Aunque todavía no es oficial, se da por hecho que Saúl Craviotto (Lleida, 1984) ejercerá de abanderado español en los Juegos de Tokio. Sería lo justo. Poseedor de cuatro medallas olímpicas y de tres títulos mundiales, para Amura Sport supone todo un orgullo que un deportista de su talla compita con nuestras prendas.
La grandeza del kayakista catalán va mucho más allá de sus resultados sobre la piragua y la ha vuelto a demostrar durante esta pandemia. Una vez que aplazó la cita de Tokio, no dudó en reincoporarse a la Unidad de Prevención y Reacción de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional en Gijón. Desde su domicilio en la ciudad asturiana atiende a nuestra llamada.
Confinado como deportista, pero al pie del cañón como Policía Nacional. ¿Qué tal lo estás llevando?
Por lo menos no tengo tanto ese agobio de estar encerrado todo el día en casa. Cuando voy a trabajar veo calle, algo de mundo. En ese aspecto está bien, aunque evidentemente estoy agobiado como todo el mundo, primero por esta situación y después por no poder entrenar y llevar la vida que quiero. Es decir, estoy como todos.
¿Los ciudadanos nos estamos comportando bien?
En líneas generales, muy bien. Estos días por Gijón, que es de donde yo puedo hablar, el comportamiento ha sido muy bueno. Siempre hay algún caso puntual, alguien que se le ve un poco más trepa y lo percibes a leguas. Enseguida se nota quién va a hacer la compra y se va de prisa para casa, y quién se tira media hora paseando al perro, echando un pitillo y viendo el móvil. La gran mayoría se está comportando, siendo muy solidaria y así da gusto.
¿Cómo has replanteado tus entrenamientos?
Adaptándome a lo que tengo: una bici estática, un ergómetro, un banco de dorsal y las mancuernas. Dentro de lo que cabe, más o menos tengo para hacer algo de aeróbico y de musculación. Es lo que hay, o te adaptas o no hay otra. Se trata de hace más mantenimiento que otra cosa. Lo que estamos haciendo no es muy correcto de cara a la preparación de nada, pero por lo menos hacemos algo para no perder el tono.
¿Cuál te parece que es el consejo principal para un deportista en estos momentos?
Al final el entrenamiento va a depender del material que tengas en casa, por lo que lo principal para todos es intentar llevar un mínimo de rutinas. A mí me viene muy bien levantarme a la misma hora que antes de todo esto; intentar desayunar, comer y cenar a la misma hora; y dentro de lo que cabe llevar una alimentación correcta porque ahora, quieras o no, lo que más te apetece estando en casa es picotear todo el día y comer alimentos calóricos. Moralmente hay que pasar el mal trago porque estamos todos igual de agobiados. Tenemos que mantener la moral y la paciencia porque esto va a pasar, estamos en la recta final.
Todo apuntaba a que ibas a ser el abanderado, a que podías igualar a David Cal como el deportista español con más medallas olímpicas… ¿Cómo has digerido el aplazamiento de Tokio 2020?
Ha sido un poco como una montaña rusa. Al principio estaba muy agobiado porque parecía que se mantenía la fecha de los Juegos y no podías entrenar. Eso te generaba mucho estrés. Más tarde anunciaron que los iban a retrasar unos meses y me sentí muy aliviado porque se podía hacer la cuarentena como Dios manda, pero después se pospusieron hasta 2021 y sentí otro bajón. Un año es mucho. Ahora me lo tomo con filosofía, como mi mes de vacaciones, y ya empezaremos otra vez. No pasa nada, hay cosas peores en la vida.
¿Prefieres aislarte de las informaciones que apuntan a que quizás tampoco se celebren en 2021?
Tenemos una fecha, pero hay que ir con pies de plomo. No me fío mucho, todo va a depender de cómo evolucione todo y de si se encuentra una vacuna. Como es algo nuevo para todos, parece que todos estamos dando palos de ciego. Por lo menos tenemos una fecha y hay que ceñirse a ella. Haya Juegos o no, voy a seguir entrenando igual porque me gusta lo que hago, me gusta hacer deporte y mantenerme en forma. Hay que ser positivos. Si los Juegos son el año que viene, pues genial, y si son dentro de dos años, pues ya veremos y habrá tiempo para planteárselo y preocuparse si en algún momento me lo ponen encima de la mesa.
¿Qué supondría para ti igualar, o incluso superar, en medallas olímpicas a David Cal?
No es ningún objetivo. Compararme con otros deportistas no lo veo justo. Nunca le he dado al número de medallas la importancia que le da la prensa. Hay deportes como la natación que pueden sacar cuatro medallas en los mismos juegos y otros, como el maratón, en el que solo puedes aspirar a una medalla. Yo en Río pude doblar y saqué dos, lo cual no significa que sea más o menos que uno de taekwondo, que solo aspira a una. Ni mucho menos veo los Juegos de Tokio como una oportunidad para superar a David Cal. Para mí él es un referente, el número uno y el que nos ha quitado el miedo a ganar en el mundo del piragüismo. Siempre va a ser un ídolo. Caigan cinco, seis medallas o las que sean, siempre lo voy a considerar el número uno.
Cuando representas al #TeamESP compites con prendas Amura. ¿Qué nos puedes comentar de nuestros diseños?
Llevo compitiendo con Amura desde que tengo memoria de ir con la Federación. Era júnior la primera vez que representé a la Selección y así hasta hoy. La verdad es que las prendas Amura son muy cómodas y, aún por encima, van evolucionando. No se estancan y cada año nos mandan prendas nuevas para que las probemos. Cada vez son más ligeras, resistentes al agua y con novedades distintas. Son cómodas y bonitas, no se puede pedir más.
¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando pase todo esto y finalice el confinamiento?
No lo sé, tengo una buena lista después de tantos días… Lo principal, lo que más me apetece, es juntarme con la familia, abrazarnos y abrir con ellos una buena botella de vino para disfrutar de una comida en casa. Después ya vendrán otras cosas, las cosas cotidianas del día a día, que eso creo que va a tardar mucho.
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